jueves, 30 de octubre de 2008

El peor invento del mundo: El MSN

Me cago en Bill Gates. Si si, así de claro, con todas las letras ME CAGO EN BILL GATES. Solo a un tipo con una mente tan retorcida como la de este individuo habría sido capaz de inventar un instrumento de tortura tan sutil y a la vez tan devastador como el programa del muñequito verde, el MSN. Y estoy convencido de que más de uno del que me está leyendo ahora mismo ha albergado el mismo resentimiento al creador de tal maligno invento. Y es que, si en algo he modificado mi forma de ver las cosas, una cosa de ellas ha sido sin dudas el uso del MSN. ¡Quiero volver a la época en la que el MSN servía solamente para hablar con mis amigos! ¡quiero volver a la época en la que no había un interés consciente o inconsciente detrás de cada conversación virtual!, ¡quiero volver a la época en la que hablabas por el MSN después de conocer a una persona en carne y hueso!. En definitiva quiero volver a la época en la que no escuchabas frases como: “Joder que tío más cabrón, me ha puesto inadmitido en el MSN”

La verdad es que tanta ventanita parpadeante tuvo su punto en algún momento de todo este tiempo, el mecanismo era muy simple y muy efectivo: te abrías un perfil, mandabas un par de mensajes simpáticos, os pasabais el MSN, teníais cuatro conversaciones amistosas, y quedabais para tomar un café, cenar, salir o lo que tu estado de ánimo te pidiera y al final de la velada os despedíais con un: “Hablamos por MSN” (Una de las frases más mentirosas tan sólo superada por las de “Te llamaré” y “A ver si quedamos”). Pero llegados a este punto, descubres el lado oscuro del puto programa de los huevos (¿por qué nadie te avisa de que hay un lado oscuro?) y de pronto, un buen día descubres que vilmente, sin previo aviso y con premeditación, te ha puesto inadmitido del Messenger. Ahí es cuando realmente te conciencias de lo peligroso que es este mundo virtual, y repasas la cita: ¿Habré dicho algo que te haya molestado?, ¡pero me dijo que hablaríamos por MSN!. Después pasas al orgullo: ¡Pues que le den, menudo gilipollas el se lo pierde! y finalmente llegas a la misma conclusión que he llegado yo: la culpa la tiene Bill Gates.

Estoy convencido de que el inventor de programas tipo “Descubre quien te ha eliminado del MSN” es un gay harto de este tipo de comportamientos. Y obviamente su público objetivo es netamente gay ... y qué tire la primera piedra el que nunca ha inadmitido o ha sido inadmitido. O el que no se sienta identificado en parte en alguno de estos tipos de usuarios del MSN:

+ El Ansioso: El que no te has conectado todavía y ya te está saludando
+ El Orgulloso: “Yo no voy a saludarle, que me salude él”
+ El Misterioso: Todos tenemos a alguien en nuestro MSN que no sabemos quién es
+ El Falso: El que te tiene inadmitido, y lo sabes, y cuando te ve y te saluda, y te dice aquello de: es que me conecto poco

Y así hasta miles de perfiles más o menos comunes. Pero una cosa está clara: Yo vivía mejor cuando no sabía que significaba “NO ADMITIDO

miércoles, 15 de octubre de 2008

De Gimnasios y Gays


Antes de nada, doy de nuevo señales de vida – no se si inteligente o no – en el blog, no me he muerto, no he desaparecido, no he encontrado pareja, ni me he quedado sin internet. Sólo hay una respuesta, he estado vago (si 5 meses de vagancia). Pero he decidido retomar mi actividad bloguera ... a ver cuánto me dura esta vez. Para redimir mi vagancia de estos días, y como todo buen hijo de vecino, hace un par de meses que estoy yendo al gimnasio, y claro en estos momentos de mi vida, el ir al gimnasio te da otros tipos de visiones que quiero compartir con vosotros. Para empezar, voy al gimnasio por un par de buenos motivos, uno moreno y alto y otro castaño y más bajito. El caso es que al ver a cualquiera de los dos haciendo gimnasia, te provoca irremediablemente un odio visceral a todo lo que te rodea y te cagas en Mendel, en sus putos guisantes, en los genes dominantes y recesivos y en tu herencia genética. ¡Por qué ellos si, y yo no!.

A parte de estas razones, es la del todo el mundo, sentirte mejor, estar más a gusto contigo mismo, y bla bla bla. ¡Qué coño! Estoy empezando la “Operación Bañador” ¿2009? ¿2010? ¡¿2016?! (a saber). Siempre he considerado a los gimnasios como lugares con bastantes puntos gay, y así a bote pronto pensad ¿en qué lugar los tíos se duchan juntos, se despelotan juntos, sudan juntos y están rodeados de espejos? Pues o es un gimnasio o es una sauna. Y el caso es que no me equivocaba, por alguna extraña razón toda la comunidad gay de la ciudad se reúne en mi gimnasio, y bueno no toda, pero si casi toda la que tiene algún tipo de perfil y en internet y eso provoca situaciones como poco surrealistas. Situación 1: Has visto que a tu gimnasio va un chico que te escribió a tu perfil, pero que no le respondiste porque no encajaba en tu rango de edad, o por lo que fuera. Tú estás cambiándote y ves que el entra en la ducha, y por algún extraño motivo piensa que a pesar de que por internet no hubo respuesta, el verlo duchándose con la puerta abierta y tocándose, vas a caer rendido a sus pies y vas a hacer cosas sucias en la ducha del gimnasio (obviamente no fue así, soy demasiado pequeño para hacer según que cosas ^^).
Situación 2: Estás tranquilamente sudando en la sala de máquinas para definir una miserable línea en cualquier parte de tu cuerpo, y entra un venerable señor de pelo cano que te suena pero no sabes por qué. Pasados unos minutos, empiezas a tener la extraña sensación que el venerable señor te mira de un modo extraño, pasados diez minutos te das cuenta de que cabe la posibilidad de que ese venerable anciano sepa usar internet, es más que sepa usarlo y que tenga un perfil, es más que sepa usarlo, que tenga un perfil y que te haya mandado un mensaje!!!!. Y muy dignamente te levantas y abandonas la sala con la esperanza de olvidar todo lo sucedido.

Tan solo dos apuntes más en el mundo del gimnasio antes de terminar la entrada. Más bien son preguntas al aire: a) ¿Por qué los tíos buenos no sudan? Yo termino el gimnasio hecho un harapo, sudando como un mulo y con medio litro de agua en mi cuerpo, en cambio los ves, y parece que ya nacieron con ese cuerpo, ni una perlita de sudor en la frente, vuelvo a cagarme en Mendel; b) ¿Por qué en el gimnasio te entran ganas de jugar a las miradas?; c) ¿Por qué los monitores de gimnasio me parecen chulos y prepotentes?. En fin y así hasta cientos de preguntas más, el caso es que el ir al gimnasio se está convirtiendo un una aventura! :D