miércoles, 15 de octubre de 2008

De Gimnasios y Gays


Antes de nada, doy de nuevo señales de vida – no se si inteligente o no – en el blog, no me he muerto, no he desaparecido, no he encontrado pareja, ni me he quedado sin internet. Sólo hay una respuesta, he estado vago (si 5 meses de vagancia). Pero he decidido retomar mi actividad bloguera ... a ver cuánto me dura esta vez. Para redimir mi vagancia de estos días, y como todo buen hijo de vecino, hace un par de meses que estoy yendo al gimnasio, y claro en estos momentos de mi vida, el ir al gimnasio te da otros tipos de visiones que quiero compartir con vosotros. Para empezar, voy al gimnasio por un par de buenos motivos, uno moreno y alto y otro castaño y más bajito. El caso es que al ver a cualquiera de los dos haciendo gimnasia, te provoca irremediablemente un odio visceral a todo lo que te rodea y te cagas en Mendel, en sus putos guisantes, en los genes dominantes y recesivos y en tu herencia genética. ¡Por qué ellos si, y yo no!.

A parte de estas razones, es la del todo el mundo, sentirte mejor, estar más a gusto contigo mismo, y bla bla bla. ¡Qué coño! Estoy empezando la “Operación Bañador” ¿2009? ¿2010? ¡¿2016?! (a saber). Siempre he considerado a los gimnasios como lugares con bastantes puntos gay, y así a bote pronto pensad ¿en qué lugar los tíos se duchan juntos, se despelotan juntos, sudan juntos y están rodeados de espejos? Pues o es un gimnasio o es una sauna. Y el caso es que no me equivocaba, por alguna extraña razón toda la comunidad gay de la ciudad se reúne en mi gimnasio, y bueno no toda, pero si casi toda la que tiene algún tipo de perfil y en internet y eso provoca situaciones como poco surrealistas. Situación 1: Has visto que a tu gimnasio va un chico que te escribió a tu perfil, pero que no le respondiste porque no encajaba en tu rango de edad, o por lo que fuera. Tú estás cambiándote y ves que el entra en la ducha, y por algún extraño motivo piensa que a pesar de que por internet no hubo respuesta, el verlo duchándose con la puerta abierta y tocándose, vas a caer rendido a sus pies y vas a hacer cosas sucias en la ducha del gimnasio (obviamente no fue así, soy demasiado pequeño para hacer según que cosas ^^).
Situación 2: Estás tranquilamente sudando en la sala de máquinas para definir una miserable línea en cualquier parte de tu cuerpo, y entra un venerable señor de pelo cano que te suena pero no sabes por qué. Pasados unos minutos, empiezas a tener la extraña sensación que el venerable señor te mira de un modo extraño, pasados diez minutos te das cuenta de que cabe la posibilidad de que ese venerable anciano sepa usar internet, es más que sepa usarlo y que tenga un perfil, es más que sepa usarlo, que tenga un perfil y que te haya mandado un mensaje!!!!. Y muy dignamente te levantas y abandonas la sala con la esperanza de olvidar todo lo sucedido.

Tan solo dos apuntes más en el mundo del gimnasio antes de terminar la entrada. Más bien son preguntas al aire: a) ¿Por qué los tíos buenos no sudan? Yo termino el gimnasio hecho un harapo, sudando como un mulo y con medio litro de agua en mi cuerpo, en cambio los ves, y parece que ya nacieron con ese cuerpo, ni una perlita de sudor en la frente, vuelvo a cagarme en Mendel; b) ¿Por qué en el gimnasio te entran ganas de jugar a las miradas?; c) ¿Por qué los monitores de gimnasio me parecen chulos y prepotentes?. En fin y así hasta cientos de preguntas más, el caso es que el ir al gimnasio se está convirtiendo un una aventura! :D

2 comentarios:

Hapax dijo...

1. "te cagas en Mendel, en sus putos guisantes, en los genes dominantes y recesivos y en tu herencia genética. ¡Por qué ellos si, y yo no!" porque quizá ellos SÍ comen cosas que hacen fotosíntesis? XD

2. "el verlo duchándose con la puerta abierta y tocándose" ¿¿¿¡¡¡haciendo QUÉ???!!!

3. Yo finalmente he decidido que el deporte no es para mí, correr es de cobardes y absurdo si no te persigue nadie. Claro que no tengo tantos alicientes...

Anónimo dijo...

Antes de nada, bienvenido de nuevo a las andadas! Ya iba siendo hora! jeje

Ah! y bienvenido también al mundo de los gimnasios. Con el tiempo te darás cuenta que son como los concesionarios de marcas de lujo, si vas con un buen BMW Z4 (un buen cuerpo), te atienden genial, si no, eres simple camorrilla, un suda-camisetas más.

Ya te acostumbrarás, además no te pierdes tanto. La mayoría tienen 2 neuronas, una está pendiente de los músculos, y la otra... de las proteínas que tienen que ingerir.

(Por si te sirve de consuelo, algunos son impotentes de la de mierdas que se meten, así que...)